lunes, 12 de septiembre de 2011

Una tarde cualquiera...

Cuantas cosas han asado en mi vida desde la ultima vez que escribi aca...

No tengo ni la mas remota idea de hacia donde va mi vida y es que todos los dias que pasan sucede algo que cambia planes que me da fortaleza o que simplemente me derrumba, asi que intentare ordenar las cosas en mi cabeza para poder seguir avanti

1. Cambio de servicio pocos dias para el examen final de rotacion, muchas personas queridas dejadas atras y muchos sueños dejados en la cirugia d y el intensivo... Aun me duele no poder haber ayudado a Malin y a su familia que confiaban en mi... la señora me comparo con David el personaje biblico porque ella creía que el único capaz de ganarle a la enfermedad de su hija era yo...  simplemente un externomanco con voluntad pero la voluntad, la preocupación y los buenos deseos no son suficientes... ahora aferrarme a la fe y la voluntad de Dios... él nos regalo la vida  sabe cuando ha sido suficiente...

2.Cada vez me alejo mas de mi familia... y con familia me refiero a todos desde mis mascotas hasta mis progenitores, ya no se que les pasa y me entero de lo que pasa en mi casa de boca de alguien que no vive alli... mi madre aparentemente triste y deprimida como a sido una tendencia y es de suponer que las perdidas famiiliares y las preocupaciones por los hijos, nietos ahora que tiene tiempo para pensar la sofoque hasta cierto punto; mi padre poco a poco se esta desgastando, mi hermana y su relación con un X que nadie conoce , y la relacion con mi hermano cada vez mas distante ?tengo hermano? las dos luces por las que vale la pena luchar solo los veo cuando enferman y eso es lo mas triste ...

3. Creo que he perdido el rumboy es que no estudio como antes, las cosas no me importan como antes, no reconozco jerarquias como antes... y simplemente no me gusta la persona en la que me estoy convirtiendo...

4. Un par de encuentros furtivos que me llenan de vida y a la vez me la arrancan al terminar...

Ese es el resumen de mi vida... ademas
Thundercats 2011 8 caps--- fantabuloso
Libros leidos----- 0 (triste)
Idas al cine -------- 2 (familiar)
Chupes--------0 (triste) un poco de ron no le caeria mal a mi vida
Discos nuevos------ 4 dos de artistas que estoy conociendo nice... aunque muy poco

Asi que a seguir avanti porque no queda de otra jajaja... a por cierto para QUETZALI siempre te recordare... gracias por despedirte... me robo algo que un adolecente escribio hace muchos años...


" ÀNGEL PARA UN FINAL.

En el momento en que entré en su vida la situación no podía estar humanamente peor:  la madre enferma de tuberculosis, el padre eternamente borracho, y ella, la única hija de éstos, siempre descalza y totalmente analfabeta. Debo decir que el hecho de que nunca hubiese asistido a la escuela la hiciera una niña tonta, no. Laura (Laurita para sus padres) era una de esas niñas que tenian el brillo de la suspicacia y la inteligencia en los ojos. Tenía solamente 13 años y manejaba conceptos que eran una muestra de su razón clara y pura. Una vez se lo dije, ella hizo un gesto de negación —Lo que pasa— me contestó —es que los hombres tienden a olvidar lo esencial.
            Cuando me ofrecí para alfabetizarla, su madre aceptó de mil amores, «no quiero que mi hija corra por mi suerte». Y fue  así como comencé a adentrarme en las ideas de Laura. Todas las tardes, despues de salir de la universidad donde cursaba unas clases, pasaba a la casa de la familia de Laura. Caminabamos por el bosque  que había vecino a su morada, debo decir que en esos paseos, creo haber aprendido más de lo que pude haber enseñádole. No tengo recuerdos más bellos que esos recorridos. Recuerdo una vez, hablabamos de las ciencias naturales, cuando sin querer me hice una pregunta a mi mismo sobre el origen de la vida, ella suspiró, se hecho sobre la fina capa de hierbas que cubría la pradera dejando traslucir su cuerpo de mujer naciente. —Para mi, la vida es un equilibrio— dijo.
Me quedé pensando unos instantes, no podía dejar pasar aquella oportunidad de conocer los rincones de su alma.
—Un equilibrio de qué? —le pregunté
—Bueno… para mi, la vida son tres cosas:  Dios, el amor, y la muerte. Y cuando una persona conoce a los tres ya no tiene que hacer.
—A qué te refieres con "no tiene nada que hacer".
—O sea —contestó—que ya, ya…
—Ya se realizó —me anticipé.
—Eso, para mi, antes de que se conozcan esas tres cosas, la vida no es más que conquistar una montaña—
Se pasó sus manos por su cabello de cascada mineral nocturna y cerró su boca.
            Pasé esa tarde a su casa, ella me esperaba en la puerta, no dijo nada, empezó a caminar hacia el bosque como siempre.
—Mamá está enferma —me dijo con un tono seco.
            Seguimos caminando hacia la espesura del bosque, entonces le pregunté.
—Laura, lo que hablamos aquella vez, me quedó una duda. Si la persona llega a la cumbre de su vida, al final de su vida, sin haber hallado alguna de esas tres cosas, qué pasa?—
Se pasó sus manos por sus pechos de miel de aurora y me contestó:

—Si una persona llega al final de su vida sin hallar uno de éstos, lo encontrará ahí. Ademas, la cumbre de la montaña es sólo el principio de la ascención.
            En ese momento empezé a vislumbrar una luz en la conciencia misteriosa de Laura. Desgraciada o inevitablemente no llegué a entenderla hasta despues de que comenzó su ascención.
           
            Llegué aquella tarde como siempre, caminamos unos tres kilometros adentro hasta llegar a un remanso en que ella metia sus pies, que a pesar de haber pasado descalza la mayor parte de su vida (desde que la conocí la calcé) tenían una forma delicada. La ribera del arroyo estaba repleta de flores silvestres, entonces empezó a hablar interrupiendo mis lecciones de matemáticas.
—Sabes? Para mi, cuando una persona muere, su alma se encierra en una flor, y cuando logra ser lo suficientemente bella es que ya ha pagado sus culpas, entonces, alguien la corta y su alma se va al cielo y se vuelve un ángel— entoces interrumpió su narración con un titubeo —Crees que los ángeles velen por los suyos?—
—Estoy seguro—
—Entonces bajan a la tierra como ángeles y cuidan a sus queridos para siempre—
           
            El médico que le llevé a la madre de Laura la desaució, yo no le dije nada, más por compasión, por algo que no sabía comprender en ese entonces, pero que me impedia hacer nada que la hiciese sufrir.
           
            Laura caminó por la orilla del camino en la madrugada, llevaba solamente su bata de dormir (y de vivir) encima. Llegó al lugar donde se hallaba la linea del tren, y lo esperó.
           
            La locomotora marchaba a toda máquina en medio de una espesa niebla que no dejaba ver nada mas que el camino que se pisaba, el locomotorista dormitaba en la cabina de mando, entonces un espectro blanco que se cruzó en su camino lo despertó.
           
            Laura oyó el sílbido del destino cabalgar sobre los rieles, entonces pensó: «Conocí a Dios cuando nací, conocí el amor… aprendiendo, es hora de que conozca la muerte», se acurrucó en un arbusto y esperó la llegada del destino, cuando lo tuvo casí enfrente se tiró a sus pies y fue arrastrada por
siglos de hojarasca.
           
            Llegué a la casa y cuando ví el listón negro sobre la puerta lo supe todo, los pormenores de su muerte jamás los conocí, y en realidad eso no es nesesario, ayer, caminaba por mi jardín, entonces me hallé frente a frente con una hermosa flor silvestre, entonces la corté y supe que la liberé; y de alguna manera me liberé a mi mismo del hechizo de su encanto. Incluso tuve la impresión de sentir su escencia de mujer salvaje en el perfume de la flor. 

Ahora sé (no importan lo que digan los grandes filósofos) que la muerte es sólo el principio, que los inocentes son flores y despues ángeles, ángeles que velan toda nuestra vida por nosotros y que sólo veremos en el momento de nuestra muerte. Esa elegante ilusión aumenta mi esperanza de que cuando muera pueda tener a mi ángel a mi lado para que me acompañe por los caminos inciertos del interior de una flor. Espero la esperanza de tener un ángel para un final.

            P.D. Debo decir que la madre de Laura curó milagrosamente después de la muerte de su hija."