AGRADECIMIENTO
“Mi sangre por tu sangre,
mi vida por
tu vida”
A Dios:
Fuente
primaria de toda sabiduría, quien nunca me ha abandonado en esta maravillosa
aventura de la vida, y sé que continuará guiando mis pasos.
A mis padres:
Don
Maquito quien me dio todo lo que pudo y
sé que un poco mas, ejemplo de fortaleza
y lucha; mi Shenuca, que siempre ha creído en mi y me enseñó lo más importante
en esta vida, a amar sin condición. Este
momento es de ustedes.
A mis hermanos:
Pablo
y Diana creo que no existen palabras humanas para describir todo lo que yo siento
por ustedes, son mi ejemplo, cada uno con sus cosas y su huella que me
acompaña, algún día podré devolver todo lo bueno que me han dado.
A mis sobrinos:
Javi,
Lucy e Iria, la semilla del futuro, porque sin saberlo han sostenido mis sueños
con sus sonrisas y abrazos. Malu gracias por mantenerlos cerca.
A mis abuelos:
Don
Tono, Doña Marta, Don Carlos me hubiera gustado conocerlos y compartir este logro; a mi Catusa quien siempre tuvo para mi un
gesto de amor, un chiste cochino y un plato lleno.
A mis tíos y primos:
Cada
uno ha sido importante a su manera, y tengo para ustedes todo mi agradecimiento
y cariño, no los nombro porque no terminaría.
A mis maestros y compañeros:
Del
Colegio San Sebastián, la Universidad de San Carlos y el Hospital Roosevelt, hoy en día reconozco
la importancia de las lecciones que se convierten en granitos de arena para hacerme mejor y
recuerdo los gratos momentos que compartí a su lado.
A mis pacientes
Gracias por confiar en mi, Quetzalí sé que te quedaste a
mi lado.
A la vida:
Que
me ha enseñado a creer en mí, me ha vencido y con el mismo impulso me ha
levantado, me ha llenado de amor y éxitos. Aun hay mucho por vivir.